Llega la hora de elegir tu techo y, como suele suceder, si no eres especialista en el tema se te presenta una gran variedad de opciones: materiales, tipos, condicionantes, etc. Incluso si tienes algún conocimiento al respecto es probable que no termines de decidirte.
Para ayudarte en tu elección, te explicamos algunos de los factores que deberías tener en cuenta. En este artículo nos centraremos en 3 de esos factores: el grado de aislamiento, la pendiente del techo, así como el proceso de instalación.
El grado de aislamiento
En primer lugar, depende del grado de aislamiento que busquemos. En este sentido, podríamos decantarnos por una cubierta tipo sándwich, formada por un núcleo aislante y generalmente dos capas exteriores con forma ondulada.
En este sentido, los paneles sándwich ofrecen un mayor aislamiento, tanto térmico como hidrológico. No obstante, son por lo general más costosos, la cubierta plana, a pesar de ser más económica, permite escoger entre una mayor variedad de acabados externos, además de contar con un revestimiento interior que suele venir incorporado y aumenta el aislamiento.
La pendiente del techo
Por otro lado, las cubiertas tipo sándwich son más adecuadas para techos que presentan pendiente. Si bien la pendiente mínima para su instalación es del 4%, las cubiertas tipo sándwich resultan más recomendables cuando esta inclinación varía entre el 10 y 20%.
El tipo de aislante
Las techumbres planas, por su parte, se combinan con una mayor cantidad de aislantes, además de variar la calidad y el grosor de los materiales, que en el caso de los paneles sándwich suele presentar unas dimensiones estándar, con un grosor de unos 30 mm, lo que los hace ideales para porches, patios, cenadores y otras estancias similares.
La elección del tipo de aislante que utilicemos en el techo depende a su vez de nuestro objetivo, es decir, de si buscamos aislar contra el frío, la lluvia, etc. Por ejemplo, con láminas o rollos de lana de piedra conseguiremos un buen aislamiento térmico y acústico, así como protección contra el fuego. De igual modo, en ambientes cálidos y con muchas horas de luz solar resultan muy útiles las pinturas refractarias o soluciones más económicas, como el poliestireno extruido.
La instalación
En cuanto al proceso de instalación, el de la techumbre plana puede ser más complejo, ya que obliga a colocar un tablero hidrófugo, sobre éste el aislante y el tablero exterior, así como las placas sobre las cuales se instala el revestimiento final. No sucede así con las techumbres onduladas o los tipo sándwich, que pueden instalarse de manera mucho más ágil y rápida, y se completa en muy pocos pasos.
En definitiva, elijamos el tipo de cubierta que elijamos, ésta será mucho más adecuada y responderá mucho mejor a nuestras expectativas si antes las analizamos con cierto detenimiento.
Si te surge alguna pregunta más o quieres que analicemos tu caso en concreto, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.