A la hora de reformar una casa, hay muchos aspectos a tener en cuenta. En este artículo vamos a tratar las licencias que son necesarias para acometer dicha obra, así como cuál es la mejor época del año para realizarla.
Licencias necesarias
Las licencias dependen mucho del ayuntamiento o de la comunidad autónoma, y es por esto que en este artículo solamente vamos a dar unas pinceladas muy generales y comunes a todo el territorio español.
Licencia de obra nueva
La licencia de obra supone la autorización por parte de la administración competente para realizar obras de construcción. El fin último de esta licencia es comprobar que, efectivamente, existe una adecuación de dicha licencia de obra a lo que fija la normativa urbanística de la administración correspondiente.
Comunicados
Los comunicados son necesarios en caso de reforma que solamente afecte a los acabados de la vivienda.
Licencia de obra menor
Se requiere para obras que modifican la distribución de la vivienda.
Licencia de obra mayor
Se requiere para obras que modifican un elemento estructural como puede ser un pilar, una viga, un suelo, un techo, etc.
También se requiere cuando la obra afecta a algún elemento que es propiedad de la comunidad, como pueden ser tejados y cubiertas.
¿Cuál es la mejor época del año para hacer reforma?
Una vez vistas las diferentes licencias necesarias, nos vamos a centrar en cuál es la mejor época para llevar a cabo una reforma y por qué.
La mayoría de nosotros tenemos asociada la llegada del verano con las reformas. En gran medida, porque durante los meses de invierno hemos tenido tiempo de ahorrar y de pensar qué tipo de reformas queremos acometer durante los meses de verano, en los que, en general, la carga familiar y laboral es menor que durante el resto del año. Es muy común, por ejemplo, que un miembro de la familia se quede en casa en verano durante la reforma de la vivienda, mientras que el resto de la familia veranea en la playa. Pero, aunque para la logística de la familia pueda parecer una buena época, hay varios factores que indican que no son los mejores meses.
Los materiales sufren
La puesta en obra de materiales que fraguan, como el yeso y el hormigón, hacen desaconsejable su utilización en meses muy calurosos, porque el agua de amasado se evapora con rapidez y puede dar como resultado agrietamientos y pérdida de capacidad resistente.
Las pinturas también sufren si el secado se realiza de forma acelerada durante los meses de más calor.
Lentitud burocrática
Conviene tener en cuenta que los procesos administrativos se realentizan durante los meses de verano. Y una licencia de obra puede tardar más de lo que tenemos planeado, con la consecuente realentización de la reforma o de la obra.
Cierre vacacional
Otro factor es que muchas de las empresas que se dedican a las obras de reforma cierran, al menos, durante uno de los meses de verano. Por lo tanto, programar una obra durante estos meses puede conllevar una interrupción en los trabajos y un aumento del plazo de la reforma.
Por otro lado, está el tema de los fabricantes de materiales. Aunque la empresa de reformas no cierre durante los meses de verano, puede tener problemas de suministro de materiales durante los meses de verano.
Las navidades suelen ser otra época elegida por parte de las familias para reformar una casa, pero hay que tener en cuenta que esta época suele tener una gran cantidad de días festivos.
Nuestro consejo es intentar realizar las obras durante la primavera o durante el otoño. Puede ser un buen truco desplazar a parte de la familia a otra vivienda o intentar tomar unas vacaciones durante estos días.