Tras la explosión de la burbuja inmobiliaria llegó la crisis, y tras esta, en el horizonte se vislumbra ya el fin de la precariedad. Los alquileres empiezan a subir escalonadamente, luego lo harán los pisos, pero, ¿caeremos en la misma trampa? ¡No! Muchos estamos ya escarmentados y aún con la hipoteca a cuestas, por lo que el excedente de capital y los ahorros solemos dedicarlos a otros menesteres, como la reforma de nuestras casas.
Pero, ¡cuidado! Aunque nos dispongamos a reformar nuestro piso, tenemos que saber que para cualquier cambio hay que pedir alguna licencia o permiso, para no ser sancionado por la administración competente en la materia.
En este post te explicamos todo lo que tienes que saber al respecto para que nadie te llame la atención si lo que quieres es reacondicionar tu casa.
Tipos de licencias y permisos para cualquier obra
Para cualquier cambio que hagas en tu vivienda debes solicitar la correspondiente licencia de obras o licencia de construcción. Incluso si tan solo te dispones a pintar una pared o cambiar el plato de la ducha por una bañera, debes comunicarlo al ayuntamiento a efectos de notificación.
Existen diferentes tipos de obras que puedes hacer en tu apartamento o comunidad y diferentes permisos para construir que concede el ayuntamiento, que generalmente se resumen en dos: la licencia de obra menor y la licencia de obra mayor.
Reformas de acabados
Pintar una pared, cambiar el suelo o las ventanas o los alicatados entraña cambiar los acabados de tu vivienda. Seguramente ya lo hayas hecho alguna vez y ni te preguntaste si necesitas algún permiso por algo tan nimio. No, no lo necesitas, pero siempre es bueno que lo comuniques al ayuntamiento para que te expida un comunicado de obra.
Reformas que alteran la distribución de la vivienda
Si vas a cambiar la cocina de lugar, tirar una pared abajo para ensanchar el salón o levantar un tabique para hacer otra habitación, eso es un cambio en la distribución de tu apartamento, por lo que debes realizar una solicitud de licencia de obras al ayuntamiento.
En este caso, y siempre según la administración local en la que te encuentres, suele pedirse una licencia de obra menor. También deberás volver a pedir la cédula de habitabilidad una vez acabada la obra.
Reformas que afectan a un elemento estructural de la vivienda
Una viga, el techo o una pared maestra es un elemento estructural que afecta a toda tu vivienda. En estas obras es imperativa la intervención de un arquitecto -más que nada para garantizar la seguridad estructural de tu vivienda y la de tus vecinos- y pedir al ayuntamiento una licencia de obra mayor.
Reformas que atañen a algún elemento de la comunidad
También deberás pedir una licencia de obra mayor cuando las obras que pretendas hacer afecten a tu comunidad de vecinos. Estas obras pueden ser desde abrirte una nueva ventana o modificar el tamaño de la que ya tienes hasta cambiar la puerta de entrada de tu casa (afecta al vestíbulo, que es comunitario).
Reformas que afectan a la superficie original o cambian el uso habitual
Si piensas hacer un cerramiento de tu patio o terraza estás afectando la superficie inicial del edificio. Consulta la normativa existente en tu ayuntamiento y, en el caso de que puedas aplicar este cambio, deberás pedir una licencia de obra mayor.
Si el caso es que quieres dotar a un garaje o un patio con cerramientos o un local de un uso diferente, estamos hablando de un cambio de uso de la estancia en cuestión (lo más común es transformar un local en una vivienda). Para eso deberás consultar la normativa de tu ayuntamiento y, en todo caso, pedir licencia de obra mayor.